Para muchos abogados y criminalístas, la reconstrucción virtual de un hecho criminal no es más que “dibujos” que no aportan “nada” para el esclarecimiento de una causa penal. Concuerdo parcialmente con mis colegas, ya que entiendo que esta tecnología no aporta una prueba significativa en todas de las investigaciones penales. A mi modo de ver, para que su incorporación tenga un verdadero sustento probatorio resulta necesario que la recreación informatizada del hecho delictivo:
1.- Sirva para el esclarecimiento de secuencias fácticas en hechos delictivos complejos.
2.- Se utilice adecuadamente como técnica de litigación en procesos orales.
3.- Aporte elementos de interés criminalístico o jurídico con los cuales no se contaba hasta el momento en la pesquisa.
Cuando del resultado de la reconstrucción, se logra este último tópico, no solo que hecha por tierra la apreciación limitada de alguno de mis colegas, sino que evidencia que esta tecnología se relaciona directamente con las ciencias criminalísticas como una herramienta creadora de verdad.
En los autos ” GALLARDO, Hugo Alejandro p.s.a. Encubrimiento y Homicidio Simple “, mediante la utilización de estas tecnologías el Centro de Desarrollo Interdisciplinario de Policía Judicial de Córdoba, logró concluir con precisión y certeza, sobre la ubicación en la escena del crimen de los participes del hecho delictivo, como así también la posición exacta de cada uno de ellos al momento de ejecutarse los disparos de arma de fuego, circunstancia que no pudo establecer ni el perito balístico ni los peritos médicos y que fue dirimente al momento de establecer la figura penal a aplicar al momento de dictar la sentencia.
A continuación se ilustra un estracto de la sentencia condenatoria de los autos de referencia en donde el magistrado valoró positivamente el trabajo realizado, catalogándolo como valioso y relevante, con conclusiones con sólido dustento fáctico, cietífico y lógico.
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